EVOLUCIÓN EN EL 2072

DESCUBRE TODAS LAS RAZAS DE NUESTRO MUNDO

Russell Cochran Antropólogo y físico, profesor del Depto de Antropología de la Universidad de Neo York

ALVERS: una raza ancestral que arribó a la Tierra hace eones, sentaron las bases para las asombrosas criaturas que habitan la mitología nórdica.

Su misterioso origen y los motivos detrás de su llegada permanecen ocultos en las brumas del tiempo. Pero una extendida teoría sostiene que esta legendaria estirpe accedió a nuestro mundo a través de un arcano portal Akáshico, entablando contacto con los primeros humanos y marcando un punto de inflexión en la evolución humana.

Bajo el mando del Archiduque Kyhe Entheas, actual regente de Cathain, un notorio grupo expedicionario conformado por exploradores, guerreros y científicos Alver, tuvo un rol protagónico en los albores de la civilización humana. Su influencia resultó determinante para el progreso de la raza terrestre. Pero luego de cumplir su enigmática misión, optaron por el exilio en una apartada isla del Pacífico, buscando preservar la pureza de su linaje. Desde entonces, pasaron a ser conocidos como los altivos Høy Alv.

Hoy en día, luego de la revelación al mundo de la existencia de múltiples razas, numerosos Alvers mestizos o provenientes de enclaves forestales han elegido dejar atrás las ancestrales tradiciones para intentar adaptarse a la vida en las agitadas urbes modernas. Sin embargo, la plena aceptación por parte de la sociedad humana aún se encuentra lejana.

Los Alvers comprenden diversos linajes y ramificaciones. Tal como se mencionó, los orgullosos Høy Alv son los más apegados a las ancestrales tradiciones, manteniéndose aislados del resto de la humanidad. Representan a los clanes fundadores de la primordial expedición y desprecian todo avance tecnológico o médico, incluso evitando el contacto con seres humanos.

En contraste, los Nedre Alv no forman parte de los clanes nobiliarios, pero desempeñaron un rol integral en la gesta expedicionaria. Su deber involucra salvaguardar la isla, así como ocuparse del mantenimiento general, los cultivos y satisfacer otras necesidades de los altivos nobles. Si bien hoy cuentan con permiso para abandonar la isla y explorar el mundo exterior, se les veda regresar, condenándolos a un perpetuo exilio.

Los Fjellniss y los Skogsnisser conforman los linajes Alver más difundidos, habitando tanto en Cathain como en el mundo moderno. Gran parte de ellos descienden de ancestros que optaron por vincularse con humanos, lo cual derivó en un menor potencial mágico y una apariencia más cercana al humano medio.

La historia de los Alvers reviste una fascinante intrigante. Su arribo a través de un portal Akáshico y su interacción con los humanos plantea preguntas esenciales sobre nuestros orígenes y vínculo con la mitología nórdica. Conforme más Alvers híbridos y silvestres abandonan las ancestrales tradiciones, enfrentan complejos desafíos para integrarse en la sociedad actual. No obstante, con el correr del tiempo, se espera una creciente aceptación y entendimiento mutuo entre Alvers y humanos.

Al permanecer aislados, los Høy Alv preservan un estilo de vida ancestral y tradicional. Su rechazo a los avances tecnológicos y médicos denota una profunda conexión con la naturaleza y el deseo de salvaguardar sus arraigadas tradiciones. Esta postura puede interpretarse como una resistencia a la influencia de la sociedad moderna y un intento por mantener la pureza de su linaje.

En contraparte, los Nedre Alv, pese a no formar parte de los clanes aristocráticos, cumplen un rol vital en la isla al garantizar su seguridad y satisfacer necesidades básicas de los nobles. Sus tareas van desde el mantenimiento de la isla hasta la supervisión agrícola. Si bien pueden explorar el mundo exterior, se les veda regresar al enclave insular, perpetuando un constante exilio que seguramente genera nostalgia por su verdadero hogar.

Los Fjellniss y Skogsnisser, fruto de la unión entre Alvers y humanos, constituyen la materialización de una fusión sanguínea e intercambio cultural. Su adaptación a la vida urbana y fisionomía más humanoide facilitó una mayor aceptación social, aunque aún subsisten prejuicios y desafíos. Particularmente en varios países americanos, donde perdura la desconfianza, estos Alvers híbridos padecen situaciones de disparidad y escasez de recursos.

CONCLUSIÓN

En síntesis, los Alvers conforman una estirpe que dejó una honda marca en la mitología nórdica y la historia de la humanidad. Su arribo al mundo y contacto con los humanos en épocas remotas persisten como un enigma irresuelto hasta hoy. Los diversos linajes, como los Høy Alv, Nedre Alv, Fjellniss y Skogsnisser, representan distintas ramas de esta raza mágica y misteriosa. Conforme los Alvers mestizos y silvestres abandonan las vetustas tradiciones para integrarse a la vida urbana, encaran complejos desafíos de adaptación e inclusión social. No obstante, se espera una mayor aceptación y comprensión mutua con el devenir de los tiempos. El fascinante legado de los Alvers, objeto de curiosidad y discriminación ambivalente, continúa cautivando a quienes buscan develar los lazos profundos entre mitología, culturas y razas en nuestro mundo.